Agustín, un antiguo contrabandista, es un hábil croupier al que le llaman "manos de plata". Sabía hacer trampas y conocía cuándo las hacían los aristócratas pobretones o pícaros.
Agustín Se casa con doña Remedios, una viuda con dos hijos jóvenes, un chico y una chica, y llega con el tiempo a ser don Agustín, hombre regenerado.